Vivimos en un mundo cada vez más volátil, incierto, complejo y ambiguo, donde los cambios drásticos y trepidantes están a la orden del día. Una economía global cada vez más interconectada, un no parar de avances tecnológicos y unos rápidos cambios demográficos están alterando el entorno empresarial a una escala nunca antes vista. Industrias enteras están desapareciendo mientras que otras surgen con fuerza. Lo que una vez eran meras imaginaciones de la ciencia ficción, se hacen ahora realidad. No es de extrañar que el proverbio «adaptarse o morir» sea el mantra de las organizaciones actuales.

Este nuevo entorno empresarial exige una mayor capacidad de liderazgo a nuestros ejecutivos (liderazgo organizacional) y mánagers (liderazgo de equipos). Por un lado, los ejecutivos deben ser visionarios, pensadores estratégicos a un nivel global y activadores del cambio en la organización. Por otro lado, los mánagers deben crear equipos altamente comprometidos que hagan factible a un nivel local la estrategia ideada por los ejecutivos y, al mismo tiempo, garanticen la efectividad operativa para alcanzar resultados cada vez más retadores.

Ahora más que nunca, el seleccionar a las personas adecuadas y ayudarlas en su transición hacia roles de mánager y ejecutivos son actividades claves para garantizar la competitividad y éxito de cualquier organización.

Joan R. Alabart
Director